3 de agosto de 2007

La mujer de un político

Por que crecí en este mundo, como no escribir de ti...

Te vi por coincidencia
una mañana
en que obligada
me convertí en tu enemiga.

Del odio partió el amor
como una transición
exquisitamente nuestra.

Te amé y te amé
aunque no era correcto
y te amé así
esquivo, ocupado y frustrante.

Nos vimos y despedimos
una y otra vez
alimentamos sueños
y miedos permanentes,

Tú, duro como roca de mar
y yo, suave, delicada
soy quien pudo perforar
con paciencia y entrega
esa barrera tuya, solo tuya.

Ahora que te tengo, otra vez
aquí a mi lado; bendito el momento,
prometo no dejarte, aunque no estés...
porque es el tiempo y el lugar
para mostrarte, el sueño que
solo juntos podemos lograr.

1 comentario:

Unknown dijo...

Por que no hay mas poesia?

Con carino,
Rodrigo