21 de julio de 2007

EL ALCOHOL, APERTURA Y SENTIMIENTOS...

El alcohol
que desvaría mi conciencia,
me hace decir
lo que no quereis escuchar.

Brindo por los hombres
que en mi vida pasaron,
por las noches angustiosas
que sus amores esperé.

Brindo, por las mujeres
que obstinadas lucharon
por injustas pasiones,
que en carne viva
deboravan la fé.

Brindo, por los amantes
esos que disfruté
tantas veces ya
que hasta me cansé.

Brindo, por la soledad
que ésta y otras
ingratas noches
me cobija en su seno.

Por la frustración brindo,
sintiéndome ahora tan sola
pudiendo estár con mi amor.

Quizás si no estuvieses tan lejos,
si no tuviera que imaginarte,
si no viviera el desconsuelo
de saberte en otro mundo,
en otro espacio,
en ese tan lejano
tan al sur.

Abrazo los sueños
que alimentan estos versos,
porque me hacen
sentirme más tuya
talvéz en otro firmamento
en ese estrellado; con luna,
ese que soñamos perfecto.

Busco refugio
en Platón, en Weber,
hasta en Morfeo,
ninguno llena tu espacio,
tu tiempo, el que creaste
sin quererlo.

Olvido; ruego a diario,
pero no puedo
y la cabeza responde,
que la imposibilidad
de ese deseo
es, que no quiero.

No quiero olvidar,
los besos destellantes
las palabras al viento
esas, que recogimos
para decir te quieros.

Murmullo de a poco,
que muero lento
pero temo pensarlo,
porque, se que no debo
tenerte solo en sueños
sino, talvés luchar
hasta concretar este
maravilloso y fecundo sueño.

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